APARTE DE CONOCERLO como el principal pulmón de la Tierra, sé poco del Amazonas. Como no creía que sus selvas pudieran sustentar actividades económicas muy rentables, jamás me preocupé demasiado por la tala de sus árboles, pensaba que los estragos ecológicos avanzarían con relativa lentitud, y que, de llegar a ser demasiado graves, siempre podrían ser paralizados con un poco de voluntad y de recursos. Ya no estoy tan seguro de eso.
En un estudio reciente de Sergio Margulis, publicado por el Banco Mundial, él sostiene que la ganadería en las tierras del Amazonas es una actividad altamente rentable, desde la perspectiva privada. Paralelamente, en un artículo publicado en el Clarín, de Buenos Aires, leí que esas mismas tierras, donde hasta hace poco pastaban las vacas, están siendo destinadas al cultivo más rentable del Brasil, la soya, cuya demanda ha sido impulsada por el crecimiento económico de China.
Ya sea ganadería o soya, lo cierto es que todo parecería indicar que el talar los troncos del Amazonas es un tronco de negocio. En consecuencia, el costo de oportunidad de no desarrollar el Amazonas está subiendo, de allí que haya llegado la hora de hablar, de verdad, sobre los recursos necesarios para proteger nuestro pequeño planeta. El reto es inmenso, entrampados en un mundo donde en los países desarrollados cada día importa más el corto plazo (los resultados financieros del próximo trimestre) y en los no desarrollados donde sólo pueden pensar en hoy y no en la próxima mañana, al subir las tasas de descuento inducidas por el desespero del hambre y del desempleo.
El problema del Amazonas es global y actual... El presidente Lula recientemente expresó que "no se puede tratar esta región como si fuera algo del otro mundo, intocable, en la que la gente no tiene derecho a ningún beneficio".
¿Por dónde comenzar? No sé, pero ante la escasez de recursos y la inmensidad del problema, se hace indispensable una mayor objetividad en el análisis económico de los costos y beneficios de las diferentes alternativas energéticas. Los intereses del petróleo, carbón, molinos de viento, paneles solares, plantas nucleares y demás energías tuercen descaradamente las verdades a su favor y así jamás tendremos la posibilidad de cumplir con la responsabilidad implícita de aquel viejo proverbio, según el cual no hemos heredado el mundo de nuestros padres, sino que lo hemos tomado prestado de nuestros hijos.
"The Amazon"
Apart from knowing it as the main lung of the earth, I know little about the Amazon. Since I never believed its jungles could sustain very profitable economic activities, I never worried too much about the felling of his trees. I thought that the ecological ravages would advance with relative slowness, and if it became too serious, it could always be stopped with a little good will and some resources. I'm not so sure about that anymore.
In a recent study by Sergio Margulis, published by the World Bank, he argues that livestock in the Amazon lands is a highly profitable activity, from the private perspective. Parallel, in an article published in the Clarín, of Buenos Aires, I read that those same lands, where until recently cows grazed, are now being destined to the most profitable cultivation of Brazil, soybean; its demand has been driven by the economic growth of China.
Whether it's livestock or soy, the truth is that everything would seem to indicate that cutting the Amazon trunks is great business. Consequently, the opportunity cost of not developing the Amazon is rising, hence, the time has come, to really think about the necessary resources to protect our little planet. The challenge is immense, trapped in a world where in developed countries the short-term matters more (the financial results of the next quarter) and in the non-developed where they can only think of today and not on the next morning, when they use discount rates that are heightened by the despair of hunger and unemployment.
The Amazon threat is global and current ... President Lula recently expressed that "you cannot treat this region as if it were something of the other world, untouchable, in which people are not entitled to any benefit."
Where to start? I don’t know, but given the scarcity of resources and the immensity of the problem, a greater objectivity is essential in the economic analysis of the costs and benefits of the different energy alternatives. The economic interests of oil, coal, windmills, solar panels, nuclear plants and other energies, shamelessly twist the truths in their favor. As a result we might never have the possibility of fulfilling the implicit responsibility of that old proverb, according to which, we have not inherited the of our parents, but we have borrowed it from our children.